Costa da Morte: Ruta Exprés de 2 Días Inolvidables
19/05/2025

La Costa da Morte, en Galicia, es un territorio de belleza agreste y leyendas marineras, un lugar donde la fuerza del océano Atlántico se manifiesta con toda su potencia. Su nombre, evocador de naufragios y tragedias, no hace sino subrayar el carácter indómito de esta franja costera, salpicada de acantilados, playas salvajes y pueblos marineros con encanto propio. Recorrerla en tan solo dos días supone un desafío, una elección de prioridades entre la miríada de lugares de interés que ofrece.
Este artículo pretende ser una guía concisa pero completa para aquellos que, disponiendo de poco tiempo, desean experimentar la esencia de la Costa da Morte. Se propone una serie de rutas alternativas, centradas en diferentes zonas geográficas, con el objetivo de optimizar el tiempo y permitir una inmersión más profunda en la cultura y el paisaje de cada lugar. Desde los hórreos centenarios hasta los faros imponentes, pasando por las playas de arena fina y los santuarios marinos, esta ruta exprés busca ofrecer una visión panorámica de la riqueza y la diversidad de la Costa da Morte.
- Día 1: Zona Sur (Muros - Fisterra)
- Día 1: Zona Media (Fisterra - Camariñas)
- Día 1: Zona Norte (Laxe - Malpica)
- Muros y Carnota
- De Carnota a Cee: Monte Pindo y Fervenza do Ézaro
- Corcubión y Fisterra
- Día 2: Muxía y Alrededores
- Camariñas, Camelle y Laxe
- Corme y Malpica
- Recomendaciones Finales
- Conclusión
Día 1: Zona Sur (Muros - Fisterra)

Concentrarse en la zona sur de la Costa da Morte durante el primer día permite una exploración exhaustiva de algunos de sus puntos más emblemáticos. Esta ruta nos lleva desde la pintoresca villa marinera de Muros, con su arquitectura tradicional y su ambiente tranquilo, hasta el fin del mundo conocido, el Cabo Fisterra, un lugar cargado de historia y simbolismo. En el camino, nos encontramos con la inmensidad de la praia do ancoradoiro, la belleza natural de Carnota y la majestuosidad del Monte Pindo.
Este tramo de la costa se caracteriza por la coexistencia de paisajes rurales y marinos, donde la actividad agrícola tradicional se mezcla con la pesca y el marisqueo. Los hórreos, construcciones típicas gallegas utilizadas para almacenar el grano, son un elemento común en el paisaje, especialmente en la zona de Carnota. La gastronomía local, basada en productos frescos del mar, es otro de los atractivos de esta ruta, con una amplia variedad de restaurantes y bares que ofrecen platos tradicionales como el pulpo a la gallega, el marisco fresco y el pescado a la brasa.
La elección de esta zona para el primer día se justifica por la relativa facilidad de acceso desde Santiago de Compostela, el punto de partida habitual para muchos viajeros. Además, la concentración de lugares de interés permite una experiencia más completa y satisfactoria, sin necesidad de invertir demasiado tiempo en desplazamientos largos y tediosos. Desde Muros hasta Fisterra, cada parada ofrece una oportunidad para descubrir la esencia de la Costa da Morte, su historia, su cultura y su belleza natural.
Día 1: Zona Media (Fisterra - Camariñas)

Si optamos por la zona media, el primer día se centrará en el tramo costero que une Fisterra con Camariñas. Esta ruta nos sumerge en un paisaje de contrastes, donde la fuerza del océano se manifiesta en acantilados escarpados y playas salvajes. Desde el emblemático Faro de Fisterra, un símbolo del fin del mundo, hasta el imponente Cabo Vilán, uno de los faros más antiguos de España, esta zona ofrece vistas panorámicas espectaculares y una conexión profunda con la naturaleza.
Esta ruta se caracteriza por su belleza agreste y su atmósfera tranquila, alejada del bullicio de las grandes ciudades. Los pequeños pueblos marineros, como Muxía y Camariñas, conservan su encanto tradicional y ofrecen una visión auténtica de la vida en la Costa da Morte. El Santuario da Virxe da Barca en Muxía, un lugar de peregrinación con una historia fascinante, es uno de los puntos más destacados de esta ruta. La artesanía local, especialmente el encaje de bolillos de Camariñas, es otro de los atractivos de esta zona.
Explorar esta zona significa abrazar la esencia de la Costa da Morte en su estado más puro. Significa adentrarse en un territorio donde la naturaleza impone su ley, donde el mar es la principal fuente de sustento y donde las tradiciones se mantienen vivas gracias al esfuerzo de sus habitantes. La praia do ancoradoiro, aunque no directamente en esta ruta, representa la belleza que se encuentra en las cercanías, en la zona sur, sirviendo como recordatorio constante de la diversidad de paisajes que ofrece esta costa.
Día 1: Zona Norte (Laxe - Malpica)
Para aquellos que prefieran explorar la zona norte, el primer día se dedicará al tramo costero que une Laxe con Malpica. Esta ruta nos lleva a través de un paisaje de playas de arena fina, acantilados imponentes y pueblos marineros con encanto propio. Desde la praia do ancoradoiro (que, recordamos, está más al sur, cerca de Muros), esta zona presenta playas hermosas como la de Traba. Además, la ruta incluye lugares como el Cabo Roncudo y el Monte de San Hadrián, que ofrecen vistas panorámicas espectaculares.
Esta zona se caracteriza por su ambiente tranquilo y relajado, ideal para aquellos que buscan desconectar del estrés de la vida cotidiana. La praia do ancoradoiro, aunque no se encuentre en esta zona, nos invita a recordar la belleza natural que se extiende a lo largo de toda la Costa da Morte. Los pequeños pueblos marineros, como Corme y Malpica, conservan su encanto tradicional y ofrecen una visión auténtica de la vida en la costa. La gastronomía local, basada en productos frescos del mar, es otro de los atractivos de esta ruta, con una amplia variedad de restaurantes y bares que ofrecen platos tradicionales como el pulpo a la gallega y el marisco fresco.
Relacionado con:
La elección de esta zona para el primer día se justifica por su belleza natural y su ambiente tranquilo. La praia do ancoradoiro puede ser una fuente de inspiración para visitar estas playas. Además, la concentración de lugares de interés permite una experiencia más completa y satisfactoria, sin necesidad de invertir demasiado tiempo en desplazamientos largos y tediosos. Desde Laxe hasta Malpica, cada parada ofrece una oportunidad para descubrir la esencia de la Costa da Morte, su historia, su cultura y su belleza natural.
Muros y Carnota
Muros, con su casco histórico bien conservado, es una excelente puerta de entrada a la Costa da Morte. Sus calles empedradas, casas con balcones de madera y el puerto pesquero crean una atmósfera encantadora que invita a pasear y disfrutar del ambiente marinero. La iglesia de San Pedro, de estilo gótico marinero, es uno de los monumentos más destacados de la villa. Además, la gastronomía local, basada en productos frescos del mar, es otro de los atractivos de Muros.
Carnota, por su parte, destaca por la praia do ancoradoiro, la más extensa de Galicia, y sus hórreos centenarios, considerados uno de los ejemplos más importantes de arquitectura popular gallega. El hórreo de Lira, con sus 36 metros de longitud, es especialmente impresionante. Además, la zona de A Boca do Río, donde el río desemboca en el mar, es un lugar de gran belleza natural. El contraste entre la inmensidad de la praia do ancoradoiro y la tranquilidad del río crea un paisaje único.
La visita a Muros y Carnota ofrece una visión completa de la riqueza cultural y natural de la Costa da Morte. Desde la arquitectura tradicional de Muros hasta la inmensidad de la praia do ancoradoiro y los hórreos de Carnota, esta zona ofrece una experiencia enriquecedora para el viajero. Además, la gastronomía local, basada en productos frescos del mar y de la tierra, es otro de los atractivos de esta ruta.
De Carnota a Cee: Monte Pindo y Fervenza do Ézaro
El trayecto de Carnota a Cee ofrece la oportunidad de contemplar el Monte Pindo, conocido como el "Olimpo Celta", una formación rocosa de granito con formas caprichosas que se eleva sobre el paisaje. Aunque la subida al Monte Pindo requiere un esfuerzo físico, las vistas panorámicas desde la cima son impresionantes. El Monte Pindo es un lugar cargado de historia y leyendas, considerado un lugar sagrado por los antiguos celtas.
La Fervenza do Ézaro, donde el río Xallas desemboca directamente en el mar en forma de cascada, es otro de los puntos destacados de esta ruta. Aunque el caudal de la cascada puede variar según la época del año, el espectáculo de la caída de agua es siempre impresionante. La Fervenza do Ézaro es un lugar único en Europa, ya que es uno de los pocos lugares donde un río desemboca directamente en el mar en forma de cascada.
Aunque Cee no se considera un lugar de parada obligatoria, la carretera que la atraviesa ofrece vistas panorámicas del paisaje circundante. La praia do ancoradoiro, en la distancia, sirve como un recordatorio constante de la belleza que define a la Costa da Morte. Este trayecto es una oportunidad para conectar con la naturaleza y disfrutar de la belleza agreste de la costa gallega.
Corcubión y Fisterra
Corcubión, con su villa histórica declarada Conjunto Histórico Artístico, es un lugar que merece una parada. Sus calles empedradas, casas señoriales y el puerto pesquero crean una atmósfera encantadora que invita a pasear y disfrutar del ambiente marinero. La iglesia de San Marcos, de estilo gótico marinero, es uno de los monumentos más destacados de la villa. Además, la gastronomía local, basada en productos frescos del mar, es otro de los atractivos de Corcubión.
Fisterra, el "fin del mundo" para los antiguos romanos, es un lugar cargado de historia y simbolismo. El faro de Fisterra, situado en el punto más occidental de la Europa continental, ofrece vistas panorámicas espectaculares del océano Atlántico. La playa de Langosteira, una de las más grandes de la zona, es ideal para pasear y disfrutar del sol. El Cabo Fisterra es un lugar de peregrinación para muchos caminantes del Camino de Santiago, que llegan hasta aquí para quemar sus ropas y simbolizar el final de su viaje.
La combinación de Corcubión y Fisterra ofrece una experiencia completa de la Costa da Morte. Desde la arquitectura histórica de Corcubión hasta el simbolismo y la belleza natural de Fisterra, esta ruta ofrece una visión panorámica de la riqueza cultural y natural de la zona. La praia do ancoradoiro, aunque no se encuentre en Fisterra, representa la belleza costera que caracteriza a toda la Costa da Morte.
Día 2: Muxía y Alrededores
El segundo día se puede dedicar a explorar Muxía y sus alrededores, un lugar cargado de historia y simbolismo. El Santuario da Virxe da Barca, situado frente al mar, es uno de los lugares de peregrinación más importantes de Galicia. Según la leyenda, la Virgen María llegó a este lugar en una barca de piedra para animar al Apóstol Santiago. Las rocas que rodean el santuario, como la Pedra de Abalar y la Pedra dos Cadrís, tienen propiedades curativas según la tradición popular.
Además del Santuario, Muxía ofrece una serie de playas de gran belleza, como la playa de Lago, la playa de Nemiña y la playa de Lourido. Cada una de estas playas tiene su propio encanto y ofrece diferentes posibilidades para disfrutar del mar y del sol. El Cabo Touriñan, situado cerca de Muxía, es el punto más occidental de la España peninsular, un lugar ideal para contemplar la puesta de sol sobre el océano Atlántico.
Relacionado con:
La visita a Muxía y sus alrededores ofrece una experiencia enriquecedora para el viajero. Desde la historia y el simbolismo del Santuario da Virxe da Barca hasta la belleza natural de sus playas y el Cabo Touriñan, esta zona ofrece una visión completa de la riqueza cultural y natural de la Costa da Morte. La praia do ancoradoiro, aunque se encuentre más al sur, nos recuerda la inmensidad y la belleza de las playas gallegas.
Camariñas, Camelle y Laxe
Camariñas es conocida por su tradición encajera, con talleres donde se puede ver a las palilleiras trabajando el encaje de bolillos. El Cabo Vilán, con su faro imponente, es uno de los puntos más destacados de la zona, ofreciendo vistas panorámicas espectaculares del océano Atlántico. El camino al Cemiterio dos Ingleses, donde yacen los restos de los marineros del Serpent, es un lugar cargado de historia y simbolismo.
Camelle es conocida por la obra de Man de Camelle, un ermitaño alemán que vivió en este lugar durante décadas y creó un museo al aire libre con esculturas de piedra. Aunque la obra de Man de Camelle sufrió daños tras su muerte, todavía se pueden apreciar algunas de sus creaciones. Camelle es un lugar único y fascinante, que refleja la personalidad excéntrica y creativa de su creador.
Laxe ofrece una serie de atractivos, como su faro, su sirena y la Praia dos Cristais, una playa donde los guijarros han sido sustituidos por pequeños trozos de vidrio pulido por el mar. La praia do ancoradoiro, aunque no se encuentre en Laxe, representa la belleza costera que se puede encontrar en toda la Costa da Morte. Laxe es un pueblo marinero con encanto propio, ideal para pasear y disfrutar del ambiente tranquilo.
Corme y Malpica
Corme es conocido por el Roncudo, un acantilado rocoso donde se extraen los percebes, uno de los mariscos más apreciados de Galicia. Los percebeiros, arriesgando sus vidas, se dedican a la extracción de estos crustáceos en condiciones extremas. El Roncudo es un lugar peligroso y desafiante, que refleja la dureza de la vida en la costa gallega.
Malpica ofrece una serie de atractivos, como su puerto pesquero y el Monte de San Hadrián, que ofrece vistas panorámicas espectaculares de las Illas Sisargas. El puerto de Malpica es un lugar animado y bullicioso, donde se puede ver a los pescadores descargando sus capturas. El Monte de San Hadrián es un lugar ideal para practicar senderismo y disfrutar de la naturaleza.
La praia do ancoradoiro, aunque se encuentre lejos de Corme y Malpica, es un recordatorio de la belleza costera que se puede encontrar en toda la Costa da Morte. La combinación de Corme y Malpica ofrece una visión completa de la riqueza cultural y natural de la zona norte de la Costa da Morte.
Recomendaciones Finales
Para aprovechar al máximo una ruta exprés de dos días por la Costa da Morte, es fundamental planificar el itinerario con antelación y priorizar los lugares de interés que más nos atraigan. Es recomendable consultar la previsión meteorológica antes de viajar, ya que el clima en la Costa da Morte puede ser impredecible. Es importante llevar ropa y calzado adecuados para caminar, ya que muchas de las atracciones se encuentran en zonas naturales y requieren un cierto esfuerzo físico.
Es aconsejable probar la gastronomía local, basada en productos frescos del mar y de la tierra. No hay que olvidar probar el pulpo a la gallega, el marisco fresco y el pescado a la brasa. Es importante respetar el medio ambiente y no dejar basura en los lugares que visitamos. La Costa da Morte es un lugar de gran belleza natural y es importante preservarla para las generaciones futuras.
Finalmente, es importante recordar que la praia do ancoradoiro, con su inmensidad y belleza, representa la esencia de la Costa da Morte. Aunque no se pueda visitar en todos los itinerarios, su recuerdo nos acompañará durante todo el viaje. Disfrutar del paisaje, la cultura y la gente de la Costa da Morte es la mejor manera de aprovechar al máximo esta experiencia.
Conclusión
Recorrer la Costa da Morte en tan solo dos días es un desafío que requiere planificación y priorización. Sin embargo, con una buena organización y una actitud abierta a la aventura, es posible experimentar la esencia de este territorio único. Ya sea optando por la zona sur, la zona media o la zona norte, cada ruta ofrece una oportunidad para descubrir la riqueza cultural y natural de la costa gallega.
La praia do ancoradoiro, con su inmensidad y belleza, simboliza la fuerza y la grandiosidad de la naturaleza en la Costa da Morte. Aunque no se pueda visitar en todos los itinerarios, su recuerdo nos acompañará durante todo el viaje. Los faros imponentes, los pueblos marineros con encanto, los hórreos centenarios y los santuarios marinos son solo algunos de los atractivos que hacen de la Costa da Morte un destino inolvidable.
Relacionado con:
En definitiva, una ruta exprés por la Costa da Morte es una experiencia enriquecedora que nos permite conectar con la naturaleza, la historia y la cultura de un territorio único. Es una oportunidad para descubrir la belleza agreste de la costa gallega, la hospitalidad de su gente y la riqueza de su patrimonio. Aunque dos días sean insuficientes para explorar todos los rincones de la Costa da Morte, son suficientes para despertar el deseo de volver y seguir descubriendo sus secretos.
Deja una respuesta