**Postparto:** Dolor costal tras parto: ¿Entuertos o fisura?
08/11/2025

El período postparto es un momento de grandes cambios y adaptaciones para el cuerpo de la mujer. Si bien la atención se centra a menudo en el útero y su recuperación, otras áreas del cuerpo también pueden experimentar molestias y dolor. Entre ellas, el dolor debajo de las costillas es una queja común, aunque a veces subestimada, que puede generar preocupación e incertidumbre en las nuevas madres. Identificar la causa subyacente de este dolor es fundamental para proporcionar el tratamiento adecuado y aliviar el malestar de la mujer.
Este artículo tiene como objetivo explorar las posibles causas del dolor debajo de las costillas en el postparto, analizando desde las explicaciones más comunes, como los entuertos y las agujetas, hasta otras menos frecuentes, como las fisuras costales o el dolor relacionado con la maniobra de Kristeller. Abordaremos también la posible influencia del diafragma y la importancia de la consulta con un profesional, como un osteópata, para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz. Asimismo, se tocarán aspectos cruciales como el agotamiento y las dificultades con la lactancia materna, que pueden exacerbar el dolor y el malestar general en esta etapa vital.
Posibles causas del dolor costal postparto

El dolor debajo de las costillas después del parto puede tener múltiples orígenes, y es importante considerar todas las posibilidades para llegar a un diagnóstico preciso. Uno de los factores más comunes a considerar son los cambios fisiológicos normales que experimenta el cuerpo durante el embarazo y el parto. El útero, que se ha expandido considerablemente para albergar al bebé, comienza a contraerse para volver a su tamaño original, lo que puede causar dolor y molestias en la zona abdominal. Además, los músculos abdominales, que se han estirado y debilitado durante el embarazo, pueden contribuir al dolor en la zona costal.
Otro factor a considerar es la postura. Durante el embarazo, el centro de gravedad de la mujer se desplaza, lo que puede alterar la alineación de la columna vertebral y la caja torácica. Estos cambios posturales pueden ejercer presión sobre los músculos y ligamentos de la zona costal, causando dolor y molestias. Además, las nuevas madres a menudo adoptan posturas incómodas al amamantar o cargar al bebé, lo que puede agravar aún más el dolor. La falta de sueño y el agotamiento también pueden contribuir al dolor, ya que pueden aumentar la sensibilidad al dolor y dificultar la recuperación muscular.
Finalmente, es crucial descartar causas menos comunes pero potencialmente más graves de dolor debajo de las costillas. Estas pueden incluir fisuras costales, que pueden ocurrir durante el parto debido al esfuerzo y la presión, o problemas relacionados con órganos internos, como el hígado o la vesícula biliar. En casos raros, el dolor puede estar relacionado con complicaciones del parto, como la maniobra de Kristeller, aunque es importante recordar que esta maniobra no se realiza de forma rutinaria y solo se utiliza en situaciones de emergencia. Es fundamental consultar con un médico para descartar estas causas y recibir el tratamiento adecuado.
Entuertos vs. Fisura costal

Los entuertos, o contracciones uterinas postparto, son una causa común de dolor abdominal después del parto, pero es menos probable que causen dolor debajo de las costillas de forma directa. Sin embargo, el dolor intenso de los entuertos puede irradiar a otras áreas del abdomen, e incluso generar tensión muscular en la zona costal que se percibe como dolor. Estos dolores son más intensos durante los primeros días después del parto y tienden a disminuir con el tiempo a medida que el útero vuelve a su tamaño normal. La lactancia materna estimula la liberación de oxitocina, una hormona que provoca contracciones uterinas, por lo que el dolor de los entuertos puede ser más intenso durante la lactancia.
En contraste, una fisura costal implica una fractura o grieta en una o más costillas. Este tipo de lesión puede ocurrir durante el parto debido al esfuerzo excesivo, especialmente si se ha realizado alguna maniobra para ayudar al bebé a nacer. El dolor debajo de las costillas asociado a una fisura costal suele ser agudo, punzante y se intensifica al respirar profundamente, toser, estornudar o realizar movimientos que involucren la caja torácica. A diferencia del dolor de los entuertos, que tiende a ser más constante y rítmico, el dolor de una fisura costal es más localizado y agudo.
Para diferenciar entre entuertos y una posible fisura costal, es importante prestar atención a las características del dolor. Si el dolor es principalmente abdominal, rítmico y se intensifica durante la lactancia, es más probable que se trate de entuertos. Si el dolor es agudo, localizado en la zona costal y se intensifica con la respiración o el movimiento, es más probable que se trate de una fisura costal. En caso de duda, es fundamental consultar con un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. Una radiografía puede confirmar o descartar la presencia de una fisura costal.
Agujetas postparto
Las agujetas postparto, también conocidas como dolor muscular de aparición tardía (DOMS), son una causa común de dolor y molestias después del parto. El esfuerzo físico del parto, que puede durar varias horas, puede provocar microlesiones en los músculos abdominales, pélvicos y de la espalda, lo que resulta en dolor, rigidez y sensibilidad al tacto. Si bien las agujetas suelen afectar a los músculos abdominales y pélvicos, también pueden afectar a los músculos intercostales, que se encuentran entre las costillas, causando dolor debajo de las costillas.
Relacionado con:
**Clearblue:** Falsa alarma y angustia en el embarazoEl dolor de las agujetas postparto suele aparecer entre 24 y 72 horas después del parto y puede durar varios días. Se caracteriza por ser un dolor sordo, generalizado y que se intensifica con el movimiento. A diferencia del dolor agudo y punzante de una fisura costal, el dolor de las agujetas es más difuso y menos intenso. Sin embargo, puede ser lo suficientemente molesto como para dificultar las actividades diarias, como amamantar, cargar al bebé o moverse con facilidad.
Para aliviar las agujetas postparto, se recomienda reposo, aplicación de calor local, masajes suaves y estiramientos suaves. También se pueden utilizar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno, para reducir el dolor y la inflamación. Es importante evitar el sobreesfuerzo y permitir que los músculos se recuperen gradualmente. La práctica de ejercicio suave, como caminar, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y acelerar la recuperación muscular. En casos de dolor intenso o persistente, es recomendable consultar con un médico o fisioterapeuta para recibir un tratamiento más específico.
Gases y dolor abdominal
Los gases y la distensión abdominal son problemas comunes en el postparto, y aunque no son una causa directa de dolor debajo de las costillas, pueden contribuir a las molestias en la zona abdominal superior. Los cambios hormonales durante el embarazo y el parto pueden afectar la motilidad intestinal, lo que puede provocar estreñimiento y acumulación de gases. Además, la presión del útero sobre los órganos abdominales durante el embarazo puede debilitar los músculos abdominales y dificultar la expulsión de los gases.
La acumulación de gases en el intestino puede causar dolor abdominal, hinchazón y sensación de plenitud. En algunos casos, el dolor puede irradiar a la zona costal, especialmente si los gases se acumulan en el colon transverso, que se encuentra justo debajo de las costillas. El dolor asociado a los gases suele ser cólico, intermitente y puede aliviarse con la expulsión de los gases o las heces.
Para aliviar los gases y el dolor abdominal en el postparto, se recomienda seguir una dieta rica en fibra, beber abundante agua y realizar ejercicio suave. La fibra ayuda a promover la motilidad intestinal y prevenir el estreñimiento, mientras que el agua ayuda a mantener las heces blandas y facilitar su expulsión. El ejercicio suave, como caminar, puede ayudar a estimular el intestino y facilitar la expulsión de los gases. También se pueden utilizar medicamentos de venta libre, como simeticona, para reducir la formación de gases. En casos de dolor intenso o persistente, es recomendable consultar con un médico para descartar otras causas de dolor abdominal.
Maniobra de Kristeller y dolor costal
La maniobra de Kristeller es una técnica obstétrica que consiste en aplicar presión sobre el fondo del útero para ayudar a expulsar al bebé durante el parto. Si bien esta maniobra se utilizaba con mayor frecuencia en el pasado, actualmente se desaconseja su uso rutinario debido a los riesgos asociados, tanto para la madre como para el bebé. En casos excepcionales, la maniobra de Kristeller puede causar complicaciones como fracturas costales, desgarros uterinos o lesiones en el bebé.
El dolor debajo de las costillas después del parto puede estar relacionado con la maniobra de Kristeller si se aplicó durante el parto y se ejerció una presión excesiva sobre la caja torácica. En estos casos, el dolor puede ser agudo, punzante y se intensifica al respirar profundamente, toser, estornudar o realizar movimientos que involucren la caja torácica. Además, puede haber sensibilidad al tacto en la zona costal.
Si sospechas que el dolor costal puede estar relacionado con la maniobra de Kristeller, es fundamental consultar con un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. El médico realizará un examen físico y puede solicitar radiografías para evaluar la presencia de fracturas costales. El tratamiento puede incluir analgésicos, reposo y, en casos graves, fisioterapia. Es importante recordar que la maniobra de Kristeller no se realiza de forma rutinaria y solo se utiliza en situaciones de emergencia, por lo que es poco probable que sea la causa del dolor costal en la mayoría de las mujeres después del parto.
Relación con el diafragma
El diafragma, el principal músculo de la respiración, juega un papel importante en la estabilidad y el funcionamiento de la caja torácica y el abdomen. Durante el embarazo, el útero en crecimiento ejerce presión sobre el diafragma, lo que puede alterar su posición y función. Después del parto, el diafragma necesita tiempo para recuperar su posición y función normal. Este proceso de recuperación puede causar tensión y dolor en la zona costal, incluyendo el dolor debajo de las costillas.
Además, la respiración incorrecta puede contribuir al dolor costal. Muchas mujeres, debido al dolor o al estrés, tienden a respirar de forma superficial, utilizando principalmente los músculos del cuello y los hombros en lugar del diafragma. Esta respiración superficial puede aumentar la tensión en los músculos de la caja torácica y causar dolor.
Para aliviar el dolor costal relacionado con el diafragma, se recomienda practicar ejercicios de respiración diafragmática. Estos ejercicios consisten en respirar profundamente, llenando el abdomen de aire y permitiendo que el diafragma se expanda. La respiración diafragmática ayuda a relajar los músculos de la caja torácica, mejorar la función del diafragma y reducir el dolor. También se pueden utilizar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés y mejorar la respiración. En casos de dolor intenso o persistente, es recomendable consultar con un fisioterapeuta especializado en el tratamiento de problemas relacionados con el diafragma.
Relacionado con:
Qué llevar al hospital: Guía esencial para el partoConsulta con un osteópata
La osteopatía es una disciplina de la salud que se centra en el diagnóstico, tratamiento y prevención de problemas musculoesqueléticos. Los osteópatas utilizan técnicas manuales para evaluar y tratar las restricciones de movimiento en el cuerpo, incluyendo la columna vertebral, las costillas, los músculos y los tejidos blandos. Un osteópata puede ser un recurso valioso para las mujeres que experimentan dolor debajo de las costillas después del parto.
Un osteópata puede evaluar la biomecánica de la caja torácica, la columna vertebral y la pelvis para identificar posibles restricciones de movimiento que puedan estar contribuyendo al dolor. Mediante técnicas manuales suaves, el osteópata puede liberar estas restricciones y restaurar el equilibrio y la función del cuerpo. El tratamiento osteopático puede incluir movilizaciones articulares, masajes de tejidos blandos, estiramientos y ejercicios terapéuticos.
La osteopatía puede ser especialmente útil para aliviar el dolor costal relacionado con la postura, la tensión muscular, la disfunción del diafragma o las restricciones articulares. Además, el osteópata puede proporcionar consejos sobre ergonomía, postura y técnicas de relajación para ayudar a prevenir la recurrencia del dolor. Es importante buscar un osteópata cualificado y con experiencia en el tratamiento de mujeres en el postparto.
Agotamiento y lactancia materna
El agotamiento y la lactancia materna pueden exacerbar el dolor debajo de las costillas en el postparto. La falta de sueño y el estrés asociados al cuidado de un recién nacido pueden aumentar la sensibilidad al dolor y dificultar la recuperación muscular. Además, la lactancia materna requiere una postura específica que puede ejercer presión sobre la caja torácica y los músculos de la espalda, lo que puede agravar el dolor costal.
Es fundamental que las nuevas madres prioricen el descanso y el autocuidado. Intentar dormir cuando el bebé duerme, pedir ayuda a familiares o amigos y tomarse tiempo para relajarse pueden ayudar a reducir el agotamiento y mejorar la recuperación. Además, es importante prestar atención a la postura durante la lactancia. Utilizar almohadas de lactancia para apoyar al bebé y mantener la espalda recta puede ayudar a reducir la tensión en la caja torácica y los músculos de la espalda.
Si el dolor costal dificulta la lactancia materna, es importante buscar ayuda de un profesional de la lactancia. Un profesional de la lactancia puede evaluar la técnica de lactancia y proporcionar consejos sobre cómo mejorar la postura y reducir el dolor. También puede recomendar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para aliviar la tensión muscular.
Dolor en el pezón al amamantar
El dolor en el pezón al amamantar es una experiencia común en el postparto, pero puede agravar el dolor debajo de las costillas indirectamente. El dolor en el pezón puede provocar tensión en los hombros y la espalda, lo que puede alterar la postura y aumentar la tensión en los músculos de la caja torácica. Además, el dolor en el pezón puede hacer que la madre se incline hacia adelante durante la lactancia, lo que puede ejercer presión sobre las costillas y aumentar el dolor costal.
Es fundamental abordar el dolor en el pezón lo antes posible para prevenir complicaciones y mantener una lactancia materna exitosa. Las causas comunes de dolor en el pezón incluyen un agarre incorrecto del bebé, una infección por hongos (candidiasis) o una sensibilidad excesiva. Un profesional de la lactancia puede ayudar a identificar la causa del dolor y proporcionar consejos sobre cómo mejorar el agarre, tratar la infección o reducir la sensibilidad.
Además, se pueden utilizar cremas o ungüentos especiales para aliviar el dolor y promover la curación del pezón. Es importante mantener los pezones limpios y secos y evitar el uso de jabones o lociones que puedan irritarlos. Si el dolor en el pezón es intenso o persistente, es recomendable consultar con un médico para descartar otras causas y recibir el tratamiento adecuado.
Conclusión
El dolor debajo de las costillas en el postparto puede tener múltiples causas, desde los cambios fisiológicos normales hasta problemas más específicos como fisuras costales o disfunción del diafragma. Es fundamental que las nuevas madres presten atención a las características del dolor y consulten con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. Ignorar el dolor o intentar automedicarse puede retrasar la recuperación y prolongar el sufrimiento.
La clave para un manejo efectivo del dolor costal en el postparto reside en la identificación de la causa subyacente. Una evaluación exhaustiva por parte de un médico, osteópata o fisioterapeuta puede ayudar a determinar si el dolor está relacionado con los entuertos, las agujetas, los gases, una fisura costal, la maniobra de Kristeller, la disfunción del diafragma o cualquier otra condición médica subyacente. Una vez que se ha identificado la causa, se puede diseñar un plan de tratamiento individualizado que puede incluir analgésicos, reposo, fisioterapia, ejercicios de respiración, técnicas de relajación o tratamiento osteopático.
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Embarazo Oncológico: Angustia, Radiación y Donación FallidaAdemás del tratamiento médico, es importante que las nuevas madres prioricen el autocuidado y busquen apoyo emocional. El agotamiento, el estrés y las dificultades con la lactancia materna pueden exacerbar el dolor y dificultar la recuperación. Descansar lo suficiente, pedir ayuda a familiares o amigos y unirse a grupos de apoyo para nuevas madres pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Recuerda que el postparto es un período de grandes cambios y adaptaciones, y es normal experimentar dolor y molestias. Con el tratamiento adecuado y el apoyo adecuado, la mayoría de las mujeres pueden recuperarse completamente y disfrutar de esta etapa tan especial.
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